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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Entrevista a Esther y Cristina Rubio, y Sebastián Márquez (Noviembre Dulce)


http://noviembredulce.es/es/
Qué mejor momento para hablar de NOVIEMBRE DULCE que en este comienzo de mes.

Cristina, Esther y Sebastián. Siguiendo vuestra trayectoria, puedo comprobar que sois emprendedores de gen y mente inquieta.

Joaquín Niza (Huelva Emprende): ¿Cómo surge la idea de Noviembre Dulce?

Cristina, Esther y Sebastián (NOVIEMBRE DULCE): Noviembre Dulce surge de la parte más emocional y personal de sus socios. Desde que comenzamos nuestro camino con Zoom Comunicación, como amantes del diseño siempre hemos guardado un poco de nuestra creatividad al placer, al diseño bonito porque si, al gusto de mimar las cosas. Y vimos la oportunidad de rentabilizar ese gusto por lo diferente, por lo delicado, por el diseño cuidado que es tan motivador para nosotros.
Noviembre Dulce es la niña mimada de nuestra actividad laboral. La casa que construyes en la que no te importa echar horas. 
Veníamos detectando desde hace más de un año  la necesidad de tener una firma para bodas y eventos ya que aunque con Zoom Comunicación hemos hecho algunos trabajos para novios, necesitábamos un nuevo baluarte, una marca con imagen y valores propios que reflejase esta nueva filosofía del diseño cuidado para ocasiones especiales.  Ahí es cuando nace Noviembre Dulce.


J.N. (H.E.): ¿Qué os hace diferentes del resto? ¿Cuál diríais que es vuestro diferencial?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nuestros diseños. Nos encanta jugar con las texturas, los efectos visuales, los trampantojos. Intentamos aportar un toque diferente a cada cosa que diseñamos, desde un photocall, un menú, un cartel o una invitación de boda. No hay límites: recuerdos de agua, texturas de madera, estampados que parecen telas o papel. El diseño gráfico puede resolver muchas carencias decorativas, solo hay que tener un poco de imaginación.


J.N. (H.E.): ¿Cuáles son vuestras expectativas a corto y medio plazo para este proyecto?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nuestra idea es convertirnos en una firma de referencia en este sector en Huelva, que los novios que vayan a casarse o las madres que celebren comuniones, cuando piensen en hacer invitaciones o recuerdos bonitos se les venga nuestro nombre a la cabeza. Sería como ser una “love mark” de los proveedores de bodas onubenses.
A más largo plazo nuestras objetivos son más amplios. Queremos que la tienda online comience a tener autonomía, con otro tipo de diseños y proyectos que poco a poco irán llegando y hacernos con una cuota de mercado nacional que nos permita crecer como empresa.




J.N. (H.E.): ¿Qué es lo más difícil y lo mejor de emprender en Huelva?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Lo más difícil de emprender en Huelva en estos momentos es que la situación económica y laboral de la sociedad onubense es bastante mala. Esto hace que los negocios de servicios estén muy parados y sobre todo valorados económicamente por debajo de su precio de mercado. Es una ciudad con poco movimiento y con un consumo cada vez más estancado.
Lo mejor de emprender en Huelva es que al ser una ciudad pequeña el tradicional boca a boca, si comienzas con buen pie, funciona y te das cuenta que eres capaz de llegar a un sector de la población tan amplio que en ciudades como Sevilla o Madrid sería muy difícil hacerlo con los mismos medios y el mismo tiempo.

 
J.N. (H.E.): ¿Sólo para Huelva o no os planteais límites iniciales?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Como comentábamos anteriomente, a largo plazo pretendemos que la tienda online comience a funcionar de manera plena, con mas productos y otro tipo de servicios, lo que pensamos que nos abrirá puertas a nivel nacional.


J.N. (H.E.): El mercado de eventos siempre ha sido poco original en nuestra provincia. Pero, ¿Qué considerais que está por venir en este sector?

Los eventos de carácter familiar empiezan a cuidarse. La gente cada vez se implica más en la realización de bodas, comuniones, bautizos, cumpleaños... Se cuidan más los detalles. Esto tiene una doble vertiente: por un lado cada vez el cliente es más autosuficiente (con los tutoriales de internet y con el comercio online mucha gente hace sus propias invitaciones de boda, sus decoraciones, etc), pero por otro lado, si consigues mantener un trabajo bueno, el cliente en seguida es consciente de que no llega a todo y que algo debe subcontrata para que las cosas salgan como él quiere. Y en ese punto llegamos nosotros.
Vemos un futuro cercano con clientes que se preocupan de sus eventos, que se implican  y eso de cualquier manera siempre es crecimiento.
 

J.N. (H.E.): ¿Creeis que son necesarios acuerdos con colaboradores clave para paquetizar eventos ideales o es una utopía pensarlo en el mercado de eventos local?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nosotros huimos un poco la palabra “paquetizar”, porque se ha convertido en una constante tan usual que muchas veces los proveedores se olvidan de que están dando servicios a personas que te contratan para un día especial (el único que van a tener en sus vidas de ese calibre), y sus clientes pasan a ser números, como quien contrata un pack de ADSL.
Somos muy partidarios de trabajar con colaboradores, muchas veces con más proveedores y con buenos acuerdos se pueden beneficiar no solo los clientes finales sino nosotros mismo, pero siempre estudiando las necesidades de cada persona, pareja o evento. Debe cambiar el concepto de venta: tenemos que intentar dejar de necesitar al cliente, metiéndole por los ojos packs que lo mismo ni quiere o necesita,  y comenzar a entender que el cliente también nos necesita. Ese cambio de enfoque es el único que nos puede llevar a objetivos de love mark.



J.N. (H.E.): Ahora me gustaría acercaros a la gente, aunque los que os conocemos, aunque sea un poco, sabemos que sois gente muy accesible:
¿Os resulta fácil conciliar la vida profesional y privada? Aunque en vuestro caso imagino que es algo complicado separar.

C.R., E.R., S.M. (N.D.): En nuestro caso la diferenciación es casi imposible. Somos dos hermanas y el marido de una de ellas. Es inevitable que la familia nos hable de trabajo, o que nosotros mismos mezclemos las conversaciones en nuestra rutina diaria. Sin embargo, la parte positiva es que hemos creado la empresa que siempre quisimos tener.
Ya nos sentíamos plenamente realizados con Zoom Comunicación: somos comunicadores y era justo de lo que queríamos vivir. Con Noviembre Dulce hemos dado un paso más: estamos disfrutando de la niña bonita de los negocios, de un trabajo en el que tratas con gente que viene ilusionada a contarte cómo será su boda, en el que te sientas a dibujar la invitación con la que siempre soñaron, en el que construyes un photocall para gente que se pasará la noche riendo y haciéndose fotos en él.  Somos muy afortunados de poder trabajar en algo así.


J.N. (H.E.): ¿Sois de esos emprendedores que están encima de todo o dejáis margen de confianza a los colaboradores?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): Aún estamos buscando el equilibrio en el punto medio. Somos personas muy perfeccionistas, y no trabajamos con cualquier colaborador, pero es cierto que cuando encontramos a uno que nos gusta tienen nuestra total y absoluta confianza, que se suele traducir en buenas relaciones laborales e incluso en amistad personal. Nos cuesta mucho delegar el proceso de supervisión de los trabajos que dependen de nosotros. Poco a poco el rodaje nos está llevando a algo intermedio con lo que estar a gusto.


J.N. (H.E.): ¿Cuáles fueron tus momentos de más vértigo y de mayor satisfacción en este proyecto?

C.R., E.R., S.M. (N.D.): El verano de 2014 ha sido el momento de más vértigo. Teníamos muchos proyectos con Zoom y debíamos sacar tiempo para diseñar una colección nueva de invitaciones de boda desde cero para poder usarla de escaparate con la presión de la cuenta atrás ya que sabemos que para las bodas el pistoletazo de salida en ventas debe estar en septiembre. Diseñar y presión son bastantes incompatibles porque la inspiración necesita de tranquilidad, paz y sobre todo tiempo propio.
Sin embargo se vio recompensado con creces cuando en nuestra primera feria de bodas había gente que había venido expresamente a vernos y que hizo cola para que pudiéramos atenderlos porque el éxito de nuestro stand fue grandísimo. Esa satisfacción compensa con creces el esfuerzo anterior. 

J.N. (H.E.): Muchas gracias a los tres y os doy mis mejores deseos de éxito en esta aventura y la de Zoom Comunicación.

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