Qué mejor momento para hablar de NOVIEMBRE DULCE que en este comienzo de mes.
Cristina, Esther y Sebastián. Siguiendo vuestra
trayectoria, puedo comprobar que sois emprendedores de gen y mente inquieta.
Joaquín Niza (Huelva Emprende): ¿Cómo surge la idea de Noviembre Dulce?
Cristina, Esther y Sebastián (NOVIEMBRE DULCE): Noviembre Dulce surge
de la parte más emocional y personal de sus socios. Desde que comenzamos
nuestro camino con Zoom Comunicación, como amantes del diseño siempre hemos
guardado un poco de nuestra creatividad al placer, al diseño bonito porque si,
al gusto de mimar las cosas. Y vimos la oportunidad de rentabilizar ese gusto
por lo diferente, por lo delicado, por el diseño cuidado que es tan motivador
para nosotros.
Noviembre Dulce es la
niña mimada de nuestra actividad laboral. La casa que construyes en la que no
te importa echar horas.
Veníamos detectando
desde hace más de un año la necesidad de
tener una firma para bodas y eventos ya que aunque con Zoom Comunicación hemos
hecho algunos trabajos para novios, necesitábamos un nuevo baluarte, una marca
con imagen y valores propios que reflejase esta nueva filosofía del diseño
cuidado para ocasiones especiales. Ahí
es cuando nace Noviembre Dulce.
J.N. (H.E.): ¿Qué os hace diferentes del resto? ¿Cuál diríais que es
vuestro diferencial?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nuestros diseños. Nos encanta
jugar con las texturas, los efectos visuales, los trampantojos. Intentamos
aportar un toque diferente a cada cosa que diseñamos, desde un photocall, un
menú, un cartel o una invitación de boda. No hay límites: recuerdos de agua,
texturas de madera, estampados que parecen telas o papel. El diseño gráfico
puede resolver muchas carencias decorativas, solo hay que tener un poco de
imaginación.
J.N. (H.E.): ¿Cuáles son vuestras expectativas a corto y medio plazo
para este proyecto?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nuestra idea es
convertirnos en una firma de referencia en este sector en Huelva, que los
novios que vayan a casarse o las madres que celebren comuniones, cuando piensen
en hacer invitaciones o recuerdos bonitos se les venga nuestro nombre a la
cabeza. Sería como ser una “love mark” de los proveedores de bodas onubenses.
A más largo plazo
nuestras objetivos son más amplios. Queremos que la tienda online comience a
tener autonomía, con otro tipo de diseños y proyectos que poco a poco irán
llegando y hacernos con una cuota de mercado nacional que nos permita crecer
como empresa.
J.N. (H.E.): ¿Qué es lo más difícil y lo mejor de emprender en
Huelva?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Lo más difícil de
emprender en Huelva en estos momentos es que la situación económica y laboral
de la sociedad onubense es bastante mala. Esto hace que los negocios de
servicios estén muy parados y sobre todo valorados económicamente por debajo de
su precio de mercado. Es una ciudad con poco movimiento y con un consumo cada
vez más estancado.
Lo mejor de emprender
en Huelva es que al ser una ciudad pequeña el tradicional boca a boca, si
comienzas con buen pie, funciona y te das cuenta que eres capaz de llegar a un
sector de la población tan amplio que en ciudades como Sevilla o Madrid sería
muy difícil hacerlo con los mismos medios y el mismo tiempo.
J.N. (H.E.): ¿Sólo para Huelva o no os planteais límites iniciales?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Como comentábamos
anteriomente, a largo plazo pretendemos que la tienda online comience a
funcionar de manera plena, con mas productos y otro tipo de servicios, lo que
pensamos que nos abrirá puertas a nivel nacional.
J.N. (H.E.): El mercado de eventos siempre ha sido poco original en
nuestra provincia. Pero, ¿Qué considerais que está por venir en este sector?
Los eventos de
carácter familiar empiezan a cuidarse. La gente cada vez se implica más en la
realización de bodas, comuniones, bautizos, cumpleaños... Se cuidan más los
detalles. Esto tiene una doble vertiente: por un lado cada vez el cliente es más
autosuficiente (con los tutoriales de internet y con el comercio online mucha
gente hace sus propias invitaciones de boda, sus decoraciones, etc), pero por
otro lado, si consigues mantener un trabajo bueno, el cliente en seguida es
consciente de que no llega a todo y que algo debe subcontrata para que las
cosas salgan como él quiere. Y en ese punto llegamos nosotros.
Vemos un futuro
cercano con clientes que se preocupan de sus eventos, que se implican y eso de cualquier manera siempre es
crecimiento.
J.N. (H.E.): ¿Creeis que son necesarios acuerdos con colaboradores
clave para paquetizar eventos ideales o es una utopía pensarlo en el mercado de
eventos local?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Nosotros huimos un
poco la palabra “paquetizar”, porque se ha convertido en una constante tan
usual que muchas veces los proveedores se olvidan de que están dando servicios
a personas que te contratan para un día especial (el único que van a tener en
sus vidas de ese calibre), y sus clientes pasan a ser números, como quien
contrata un pack de ADSL.
Somos muy partidarios
de trabajar con colaboradores, muchas veces con más proveedores y con buenos
acuerdos se pueden beneficiar no solo los clientes finales sino nosotros mismo,
pero siempre estudiando las necesidades de cada persona, pareja o evento. Debe
cambiar el concepto de venta: tenemos que intentar dejar de necesitar al
cliente, metiéndole por los ojos packs que lo mismo ni quiere o necesita, y comenzar a entender que el cliente también nos
necesita. Ese cambio de enfoque es el único que nos puede llevar a objetivos de
love mark.
J.N. (H.E.): Ahora me gustaría acercaros a la gente, aunque los que os
conocemos, aunque sea un poco, sabemos que sois gente muy accesible:
¿Os resulta fácil conciliar la vida profesional y
privada? Aunque en vuestro caso imagino que es algo complicado separar.
C.R., E.R., S.M. (N.D.): En nuestro caso la
diferenciación es casi imposible. Somos dos hermanas y el marido de una de
ellas. Es inevitable que la familia nos hable de trabajo, o que nosotros mismos
mezclemos las conversaciones en nuestra rutina diaria. Sin embargo, la parte
positiva es que hemos creado la empresa que siempre quisimos tener.
Ya nos sentíamos
plenamente realizados con Zoom Comunicación: somos comunicadores y era justo de
lo que queríamos vivir. Con Noviembre Dulce hemos dado un paso más: estamos
disfrutando de la niña bonita de los negocios, de un trabajo en el que tratas
con gente que viene ilusionada a contarte cómo será su boda, en el que te
sientas a dibujar la invitación con la que siempre soñaron, en el que
construyes un photocall para gente que se pasará la noche riendo y haciéndose
fotos en él. Somos muy afortunados de
poder trabajar en algo así.
J.N. (H.E.): ¿Sois de esos emprendedores que están encima de todo o
dejáis margen de confianza a los colaboradores?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): Aún estamos buscando
el equilibrio en el punto medio. Somos personas muy perfeccionistas, y no
trabajamos con cualquier colaborador, pero es cierto que cuando encontramos a
uno que nos gusta tienen nuestra total y absoluta confianza, que se suele
traducir en buenas relaciones laborales e incluso en amistad personal. Nos
cuesta mucho delegar el proceso de supervisión de los trabajos que dependen de
nosotros. Poco a poco el rodaje nos está llevando a algo intermedio con lo que
estar a gusto.
J.N. (H.E.): ¿Cuáles fueron tus momentos de más vértigo y de mayor
satisfacción en este proyecto?
C.R., E.R., S.M. (N.D.): El verano de 2014 ha
sido el momento de más vértigo. Teníamos muchos proyectos con Zoom y debíamos
sacar tiempo para diseñar una colección nueva de invitaciones de boda desde
cero para poder usarla de escaparate con la presión de la cuenta atrás ya que
sabemos que para las bodas el pistoletazo de salida en ventas debe estar en
septiembre. Diseñar y presión son bastantes incompatibles porque la inspiración
necesita de tranquilidad, paz y sobre todo tiempo propio.
Sin embargo se vio recompensado
con creces cuando en nuestra primera feria de bodas había gente que había
venido expresamente a vernos y que hizo cola para que pudiéramos atenderlos
porque el éxito de nuestro stand fue grandísimo. Esa satisfacción compensa con
creces el esfuerzo anterior.
J.N. (H.E.): Muchas gracias a los tres y os doy mis mejores deseos de éxito en esta aventura y la de Zoom Comunicación.